España se encuentra en la segunda posición de Europa en términos de toneladas transportadas por kilómetro, justo detrás de Alemania.
Esto se debe, en parte, a la extensa red de transporte por carretera que presenta el país, la cual llega a ser considerada una de las más importantes del continente.
Cuando hablamos de este sector, debemos tener en cuenta la vital importancia de este para la economía del país, tal y como reflejan los datos proporcionados por el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana.
En el año 2020 se transportaron más de 1.263 millones de toneladas y 232,550 millones de toneladas-Km de mercancías por carreteras Españolas, lo que supone un 95% del transporte terrestre de mercancías, si lo comparamos con el 5% que representa el ferrocarril.
En cuanto a los precios, el segundo trimestre de 2021 experimentó un aumento del 6,8% para los vehículos ligeros y un 5,9% para los pesados en los primeros 50 kilómetros recorridos en comparación con el primer trimestre de 2020.
A pesar de los desafíos y oportunidades que presenta el futuro del transporte de mercancías por carretera, este sector es un elemento central de la cadena de suministro y la logística en España.
Contamos con más de 102.000 empresas trabajando en este sector. Buscando una sostenibilidad y reducción de emisiones mediante el uso de vehículos más eficientes, alternativos y ecológicos, como los camiones eléctricos o de hidrógeno; siendo estas las últimas tendencias que esperamos para el futuro.
Además, la digitalización y la innovación mediante la aplicación de tecnologías como el IoT, la inteligencia artificial, el 5G o el LiDAR, permitirán mejorar la seguridad, la gestión, el control y la optimización de las operaciones de transporte.
Por último, el transporte multimodal y la intermodalidad, mediante la combinación de diferentes modos de transporte, como el ferrocarril o el marítimo, serán esenciales para aprovechar sus ventajas en términos de coste, rapidez y sostenibilidad.
El transporte por carretera asegura el suministro y la distribución de bienes y servicios esenciales; y genera más de un millón de empleos al año y representa el 3,4% del Producto Interior Bruto.